Lo más probable es que conozcas a alguien que tome medicación para tratar la depresión o la ansiedad. La retórica alrededor de las enfermedades mentales y el tomar medicación como parte del tratamiento se está volviendo algo más habitual y aceptado, lo cual son grandes noticias teniendo en cuenta que ha sido tradicionalmente un tema tabú. De lo que se habla menos es del efecto que la medicación tiene en la persona que la toma y, en el caso de los antidepresivos, puede incluir una bajada, nada sexy, de la líbido.
Los antidepresivos más comunes que se suelen prescribir por primera vez a alguien son los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina) y frecuentemente provocan unos efectos secundarios a nivel sexual MUY molestos. Mientras que los antidepresivos pueden ser maravillosos para aquellos que sufren de depresión, también puede tener un impacto en temas como el deseo sexual, la consecución del orgasmo, la lubricación vaginal y el mantener la erección. Para ser honestos, nada por lo que quieras pasar cuando ya estás de bajón.
Badoo ha hablado con Lauren*, de 26 años, que nos ha contado que su larga relación se vio afectada cuando experimentó una falta de deseo sexual después de que le hubiesen prescrito antidepresivos el año pasado. “Sentí una falta de interés total por el sexo, lo que era raro porque antes tenía una vida sexual muy sana. Mi novio se lo tomó de forma personal cuando le dije que no me apetecía y causó mucha tensión en nuestra relación”. Muchas de las personas que toman antidepresivos se quejan de experimentar problemas similares a los de Lauren y su pareja. Una bajada repentina de la líbido puede ser un shock y, a menudo, la gente no se da cuenta de que la causa pueden ser los antidepresivos.
Emma*, 27 años, soltera. Nos ha contado que los efectos secundarios de su medicación afectaron seriamente a su vida sexual. “Empecé a tomar sertralina hace un par de meses y he notado que me lleva mucho más tiempo llegar al orgasmo cuando me masturbo. Por primera vez en mi vida, me rendí en un par de ocasiones porque simplemente no iba a pasar”. La experiencia de Emma es algo común para la gente que toma antidepresivos y es uno de los efectos secundarios más frustrantes a nivel sexual. Continúa: “El orgasmo en sí mismo también es diferente. Me asustó descubrir que un pequeño porcentaje de personas (que toman antidepresivos) sufrirán de disfunción sexual incluso después de acabar su tratamiento, así que rezad por nosotros, por favor”.
¿Qué podemos hacer? Normalmente, dejas de tomar el medicamento que causa el problema, pero por la propia naturaleza de los antidepresivos, no es buena idea. Dejar los antidepresivos de repente y sin las indicaciones de un especialista puede provocar un daño serio a tu salud. ¿Pero cómo se supone que vamos a escoger entre sentirnos felices y más nosotros mismos o tener una vida sexual plena?
No hay una solución fácil, pero hay algunas cosas que podemos hacer para contrarrestar los efectos secundarios sexuales y reducir el impacto en nuestra vida amorosa.
Ten una conversación honesta con tu pareja
Antes de nada, si tienes una vida sexual de forma regular con alguien, es realmente importante comentar lo que está pasando. Sí, puede ser un poco incómodo decirle que ya no te apetece hacerle el salto del tigre, pero explicar el motivo y asegurarle a esa persona que no es por nada relacionado con ella, ayudará a aliviar tensiones. Dejar cosas sin decir solo agravará aún más los problemas, además, el estrés es el mayor enemigo de los orgasmos.
Habla con tu médico acerca de rebajar la dosis
Es realmente importante seguir lo que te indique tu médico, así que llama y habla abiertamente de lo que te preocupa. Puede ser posible rebajar la dosis de tus antidepresivos, lo que podría ser efectivo a la hora de minimizar los efectos secundarios a nivel sexual al mismo tiempo que podría seguir ayudando con la depresión y la ansiedad.
Ten sexo antes de tomar tus medicamentos
El tiempo que le lleva a los antidepresivos actuar en tu cuerpo varía de unos a otros y no está probado que poner ciertos horarios marque ninguna diferencia con respecto a los efectos secundarios sexuales, aunque hay gente que dice que sí la hay. (Nota: siempre deberías hablar con tu médico antes de alterar cualquier cosa que hagas con tu medicación). Si te apetece, podrías probar tener sexo antes de tomar la medicación, así los niveles del medicamento estarán más bajos en tu cuerpo. En caso de que te guste tener sexo por la tarde, plantéate tomar tus antidepresivos por la mañana. Planificar la hora de tener sexo no es demasiado erótico, pero es una forma sencilla de que tengas más probabilidades de pasarlo bien, y es algo que te mereces.
Céntrate en otras formas de intimidad
A menudo, confundimos sexo e intimidad como la misma cosa, pero cuando te has atascado sexualmente en la rutina, todavía hay maneras de sentirte cerca de la persona con la que sales. Intenta centrarte más en un cariño sin expectativas sexuales o propicia conversaciones más profundas que os unan todavía más. No es un sustitutivo del sexo, pero puede ayudar a capear la tormenta sin sentir una desconexión de tu pareja. Si todavía te ronda la idea del sexo mientras estás tomando antidepresivos, siempre puedes enviar una foto sugerente o un mensaje para avivar la llama.
Los efectos secundarios de los antidepresivos en la vida sexual no hacen ninguna gracia, aunque lo más importante es que hacen que te sientas mejor durante los tiempos difíciles. El sexo es solo una parte de una relación o conexión y hay otras muchas maneras de crear intimidad. No te presiones demasiado y recuerda: nada importa más que tu felicidad, lo estás haciendo genial.