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Tu apariencia tras la pandemia: cómo superar la presión

La emoción va a más cuando hablamos de un eventual retorno a la vida “normal”, a socializar cara a cara en nuestros lugares favoritos y ver a nuestros seres queridos de nuevo. Sin embargo, muchos de nosotros sentimos la inmensa presión de salir del confinamiento con mejor aspecto y sintiéndonos mejor que nunca, incluso después de lo que ha sido, para la mayoría, un año realmente duro. La ansiedad por reaparecer radiantes tras la pandemia y la adaptación a la vida después de las restricciones es considerable, por lo que aquí estamos para explicar de dónde salen esos sentimientos, el motivo por el que es normal sentirse así y qué se puede hacer para mitigar la preocupación por brillar cual estrella en el cielo.

¿De dónde sale la presión por vernos mejor ahora?

Antes de nada, volver a la vida normal va a ser un gran cambio, ¿y a quién le gustan realmente los cambios?

Pasar de ver a un puñado de personas en la vida real, más a unas cuantas por Zoom, a interactuar cara a cara es una perspectiva desalentadora. Nos hemos adaptado a la vida con restricciones y, aunque nos agrade dejar esta etapa atrás, llevará algún tiempo acostumbrarse.

Junto a este cambio que se avecina, el debate de un año de duración sobre el uso del confinamiento para aclararnos mentalmente, ponernos en forma y mejorar como personas ha creado una atmósfera de estrés constante. A medida que avanzamos hacia la libertad, muchos de nosotros reflexionaremos sobre el modo que escogimos de pasar el tiempo. Desafortunadamente, estas reflexiones pueden llevarnos a castigarnos por no ser “mejores” y ser fuente de pánico por el futuro: “¿La gente pensará que tengo un aspecto diferente?” “¿Y si todo el mundo se ha convertido en una persona diferente?” “¿Por qué no he usado este tiempo para poner en orden mi vida?”

También hemos batido récords de horas delante de la pantalla: videollamadas, correos electrónicos, redes sociales y mensajes para estar en contacto. Como resultado, hemos sido bombardeados con anuncios que nos recuerdan que nos hemos dejado llevar, pero que todavía estamos a tiempo de darle vuelta con una “guía para mejorar”: un plan de ejercicios para hacer en casa, un nuevo corte de pelo o un procedimiento cosmético rápido.

Y para coronar, hemos tenido más tiempo que nunca para criticar nuestro aspecto. Nos hemos pasado la mayor parte del tiempo en casa, a solo unos metros de un espejo de cuerpo entero o viendo nuestra imagen en la esquina superior derecha de nuestras pantallas. Enfrentarnos a nuestro reflejo todo el día nos ha dado un nuevo tipo de consciencia propia. Las llamadas “imperfecciones” que antes pasaban desapercibidas se han convertido en una fuente de angustia para muchos.

Mientras tanto, las imágenes que hemos estado viendo de otras personas nos han llegado a través de lentes distorsionadas: filtros de Zoom para retocar, filtros de Instagram de cirugía plástica y vídeos Facetuned. Y van en aumento. Incluso cuando las llamadas no tienen filtros, solo vemos a la gente de medio cuerpo. Compararnos con nuestros colegas o amigos perfectamente arreglados de cintura para arriba puede desanimarnos, pero la verdad es que la posición de sus pantallas probablemente está tapando los pantalones del pijama y un dormitorio tan desordenado como el tuyo.

¿Por qué es perfectamente normal sentir ansiedad ahora mismo?

Necesitamos recordarnos a nosotros mismos que lo que sentimos es completamente normal, incluso algo universal.

A nivel mundial, la pandemia ha tenido un efecto sin precedentes en la salud mental y en la imagen corporal y “grandes sectores de la población de todo el mundo están experimentando un aumento de la ansiedad, la depresión, el estrés y la soledad como resultado".

La pandemia ha sido agobiante y el estrés consecuente se ha manifestado de diferentes maneras. No es sorprendente que en lugar de intentar abordar algo que no comprendemos del todo (el alcance de la COVID-19) miremos hacia dentro e intentemos cambiar lo que está en nuestra mano: nosotros mismos.

Sin embargo, no hemos estado sin el apoyo de las marcas y las redes sociales. También vale la pena recordar que la presión por vernos más atractivos no es nueva, solo se ha renovado para adaptarse a la situación actual. En una entrevista reciente, la actriz y activista corporal Jameela Jamil acusó a las firmas de belleza y dieta de “infundir miedo a la gente sobre su apariencia y usar la pandemia y la crisis global para manipular a la gente haciéndole creer que necesita una intervención estética”.

Entonces, ¿qué podemos hacer para aliviar la presión por ganar atractivo?

1. Recuerda: quedar no es una “revelación”

Pensar en reuniones y eventos sociales como un gran acontecimiento crea una gran presión. En su lugar, intenta pensar en los eventos por lo que realmente son; lo más probable es que te pongas al día con las personas a las que les gustas por ser como eres.

2. Cíñete a actividades que equilibren o mejoren tu estado de ánimo

Si ir a un evento a gran escala o a un lugar público te estresa, organiza algo pequeño, como un café en el parque o en una terraza de una cafetería tranquila. Hazte con el control de tus planes y no abandones las actividades que te reconfortaron durante el confinamiento.


3. Tómate un descanso de las redes sociales (o replantéate a quién sigues)

Nunca ha sido tan fácil ver la vida de otras personas y compararla con la tuya. Las redes sociales también están repletas de anuncios de superación personal y memes de #hotgirlsummer. Si dedicar tiempo a estas redes tienen un impacto negativo en ti, descansa de ellas un tiempo o piensa sobre el contenido que prefieres ver.

4. Recuerda que todos han estado luchando su propia batalla

Para algunas personas, mantenerse a flote durante la pandemia ha implicado canalizar su energía hacia ponerse en forma y/o organizarse, mientras que otras hicieron lo contrario. Es importante recordar que no es un reflejo de lo que eres y que cada uno ha lidiado con el confinamiento a su manera. Un cambio en el estilo de vida o en el aspecto físico que te parece positivo puede ser un mecanismo que ayude a sobrellevar la situación a otra persona.


5. Sé consciente de las conversaciones que tienes

Preocúpate por no juzgar la apariencia de la gente. Pregúntales cómo se sienten y cómo han sobrellevado la situación en vez de comentar su aspecto, incluso si parece que hayan pasado por un cambio de imagen. Al hacer esto, puedes asegurarte de que todo el mundo con el que hablas se siente apoyado y valorado.

6. Finalmente, haz lo que puedas para pasarlo bien

La vida es aquello que pasa mientras estás ocupado haciendo planes (o preocupándote por cosas), y esto no es diferente. Intenta de todas las maneras disfrutar el momento y divertirte.

Es difícil, pero recordarte que está bien sentirse así es el primer paso para lidiar con la ansiedad por tener una mejor apariencia. La conclusión es: mejorar tu aspecto o convertirte en un “nuevo yo” no es la respuesta para este año movidito. De hecho, convertirte en un “nuevo yo” es imposible: tú siempre serás tú, incluso si cambias tu apariencia, y eres genial tal y como eres.

Ahora mismo, tu prioridad debería ser celebrar tu cuerpo y tu mentalidad por haberte hecho sobrellevar la pandemia. Eso es todo un logro en sí mismo.

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