Escrito por Paisley Gilmour
En los últimos años hemos avanzado mucho en nuestra disposición a hablar del placer y el deseo sexual. La venta de juguetes eróticos está en auge, la masturbación se considera una parte vital del cuidado personal y los mensajes positivos sobre sexo están por todas partes en las redes sociales. ¿Por qué, entonces, tantas personas se cierran en banda ante la sola idea de hablar de las ITS con una nueva pareja? Un estudio* de Badoo revela que el 52 % de las personas que tienen citas de forma activa lo considera incómodo, y 1 de cada 5 mantiene relaciones sexuales de riesgo por miedo a abordar el tema.
Aunque publiquemos infografías sobre la importancia de la comunicación o hagamos bromas sobre sexo con nuestras amistades en el bar, sentar a alguien que apenas conocemos para preguntarle por su último chequeo de ITS puede resultar realmente abrumador. Por mucho que nos asuste sacar el tema de la salud sexual cuando empezamos a salir con alguien nuevo, tenemos que superar ese miedo y hacer frente al estigma. Sobre todo porque el 63 % de las personas participantes en la encuesta de Badoo* afirmaron que les resulta atractivo que alguien hable abiertamente de su salud sexual. Y, aunque cada año se diagnostica una ITS a más de medio millón de personas en el Reino Unido, un informe de la marca de preservativos veganos HANX reveló que un tranquilizador 89 % de la gente no pensaría mal de colegas que hubieran tenido una.
Por qué hay que tener esta conversación
La realidad es que la mayoría de la gente sigue sintiendo vergüenza e incomodidad en torno a la salud sexual. "Nuestra salud sexual es simplemente parte de nuestra salud general, y aunque puede parecer un poco diferente debido al estigma social y la vergüenza sexual latente, realmente no debería ser diferente de decirle a tu pareja que has cogido la gripe antes de una cita", explica Poppy Lepora, educadora del placer y propietaria de Self & More.
Si evitamos o ignoramos estas conversaciones, tenemos más probabilidades de contraer y propagar las ITS. Hablar abiertamente de estos temas también fomenta la confianza y la comunicación honesta entre las parejas sexuales, y esto es importante tanto si se trata de una aventura de una noche como de una relación monógama.
Por qué es tan difícil hablar de las ITS
Nuestra falta de educación sexual ha dado lugar a algunos conceptos erróneos perjudiciales en torno a las ITS, que no hacen sino alimentar la idea de que no debemos hablar de ellas. "Gran parte del estigma procede de estereotipos anticuados como que tener una ITS significa que eres una persona 'sucia' o 'promiscua'. Incluso el lenguaje perpetúa ideas perjudiciales", explica Emily Prichard, de la marca de preservativos veganos HANX. "¿Has oído alguna vez que alguien 'admita' que tiene una ITS? No es un delito y tenemos que contrarrestar la idea de que tener una repercute en tu valor como persona".
"La vulnerabilidad es complicada. La vergüenza y el miedo al rechazo pueden llegar a consumirlo todo", dicen Lacey y Flynn, asesores sexuales y presentadores del podcast Lacey & Flynn Have Sex. Si te angustia hablar de salud sexual, es útil intentar comprender la raíz de esos sentimientos. "Después puedes ser testigo de dichos sentimientos con amor y desarrollar habilidades para aceptarlos, convivir con ellos y finalmente liberarlos", añaden Lacey y Flynn.
Recuerda que si sientes nervios, no pasa nada por decírselo a la otra persona. Lo más probable es que se sienta como tú o que, como poco, aprecie tu sinceridad.
Infórmate sobre tus ITS
Antes de exigir ver los resultados de las pruebas de ITS de alguien, asegúrate de conocer tu propio estado. Tomarte en serio tu propia salud y asegurarte de que te haces las pruebas con regularidad es el primer paso hacia la verdadera felicidad en materia de salud sexual.
Ten la conversación al principio y *antes* de tener relaciones sexuales
Por difícil que pueda parecer hablar de salud sexual en la primera cita, hazlo desde el principio. No hace falta que entres en plan "yo he tenido clamidia, ¿y tú?" antes de haber pedido el aperitivo. Pero si crees que existe la posibilidad de que tengas relaciones sexuales con esa persona, cuéntaselo todo antes de que la cosa vaya a más.
Esta es una forma muy inteligente de medir lo bien preparada que está tu posible pareja para mantener conversaciones difíciles pero necesarias. Si se pone a la defensiva o en actitud agresiva, rechaza tu petición o te ridiculiza, puede ser una señal de que no se está tomando en serio su propia salud sexual, y mucho menos la tuya. Respetar nuestro cuerpo y el de nuestra pareja debería ser lo mínimo.
Es fácil dejarse llevar por la emoción de conocer a alguien, pero no esperes al momento en que estás a punto de tener relaciones sexuales para sacar el tema. Cualquier conversación sobre sexo que pueda resultar incómoda y que implique que las personas saquen a la luz sus puntos débiles debería tener lugar fuera de la habitación. Pregúntale a cualquier terapeuta sexual.
Cómo iniciar la conversación
Cara a cara es la forma ideal de tener "la charla". Es más fácil saber cómo se siente realmente una persona y si está siendo sincera en sus respuestas. Pero a menudo nos cuesta iniciar este tipo de conversaciones, y hacerlo en persona puede ser como correr antes de poder andar. Si la idea de tener que mirar a alguien a los ojos y preguntarle directamente cuándo se hizo la última prueba de ITS te enferma físicamente, pregúntaselo por mensaje, nota de voz o llamada telefónica. En última instancia, el objetivo es comunicar tus límites y obtener las respuestas que necesitas.
Qué decir y qué preguntar
Puedes empezar diciéndole a tu pareja cuándo fue la última vez que te hiciste una prueba y con qué frecuencia sueles hacértela, y luego pedirle que te responda. De esta forma, no parecerá acusatorio y es menos probable que obtengas una reacción defensiva o negativa.
Habla de la protección o anticoncepción que prefieres utilizar y pregunta si tiene alguna preferencia. Muestra sinceridad y escucha (¡y respeta!) las preferencias de la otra persona.
Comunica claramente tus límites en torno a la salud sexual. Por ejemplo, si solo quieres usar preservativos, dilo. No te preocupes por parecer "demasiado exigente" o "muy exigente" por el mero hecho de establecer tus límites.
También puede ser útil compartir cualquier detalle relevante de tu pasado sexual o de salud sexual, si te parece importante.
Hemos preguntado a personas reales en las redes sociales cómo se desenvuelven en estas conversaciones.
"Me regaló sus resultados"
Cuando Lacey y Flynn empezaron a salir, Lacey le dijo que quería ver su historial de ITS por escrito. "Inmediatamente fue al médico, se hizo un chequeo completo de salud sexual y me trajo los resultados como regalo", explica. "Fue divertido, pero también muy tranquilizador ver lo comprometido que estaba en hacerme sentir valorada y cómoda".
"Lo hago por mensaje de texto"
"Suelo hacerlo por mensaje de texto. Creo que cuando se hace en el momento, la gente está más predispuesta a complacer a los demás y, por tanto, es más probable que accedan", dice Tommy. "Les digo: 'Yo me hago las pruebas de ITS una vez al mes aproximadamente, así que me interesa saber con qué frecuencia te las haces tú'". Dicen que la gente ha respondido positivamente a este enfoque.
"Les digo que tengo herpes por adelantado"
Jen** inicia las conversaciones sobre salud sexual en cuanto siente que puede haber sexo. "Tengo herpes y suelo mencionarlo con antelación, para que tengan tiempo de procesarlo o investigar. Solo una persona me ha respondido mal y no ha querido follar, cosa que he respetado totalmente".
"Resulta muy poco sexy plantearlo, y el miedo al rechazo siempre está ahí, pero al final nunca se lo he transmitido a una pareja, ni hombre ni mujer, en los siete años que llevo teniéndolo. En última instancia, una conversación incómoda es mucho mejor que si alguien me contagia el herpes y se entera después".
También ha descubierto que es un buen indicador para saber si merece la pena seguir saliendo con alguien. Si reacciona mal, probablemente no.
"Soy muy directa"
Rhiannon evita preocuparse por las infecciones de transmisión sexual hablando de ello directamente. "Si descubro que no tiene una buena actitud hacia el sexo y se muestra reticente, no quiero tener nada que ver con esa persona".
Para entablar una conversación, pregunta a la gente cómo ven el sexo y el consentimiento, y saca a colación la falta de educación en las escuelas. "Siempre soy educada y les doy el beneficio de la duda, así no tienen motivos para enfadarse y es mucho más probable que me escuchen. Pero me niego a salir con alguien que no está dispuesto a aprender o a admitir que se equivoca".
Armarse de valor para hablar de sexo seguro con alguien a quien apenas conoces puede parecer la mayor hazaña del mundo, pero como demuestran estas historias reales, merece la pena superar el miedo. No solo te resultará más fácil cada vez que lo hagas, sino que además conseguirás unas relaciones sexuales más seguras, agradables y placenteras y, bueno... mejores relaciones. ¿Qué más se puede pedir?
*La encuesta fue realizada por OnePoll entre 1.000 clientes del Reino Unido del 11 al 19 de agosto de 2021.
**El nombre ha sido cambiado