Escrito por Almaz Ohene
Tanto si esto del sexting es algo nuevo para ti como si ya tienes experiencia de sobra y quieres darle un nuevo giro al asunto, las ideas que te damos a continuación te ayudarán a dominar el "dirty talk" digital. El sexting puede tener algunas connotaciones negativas, pero no hay nada de lo que avergonzarse: es solo otra forma de expresión sexual cuando ambas partes están dispuestas a ello.
Lo más importante del sexting es que debe ser consensuado y una experiencia divertida para todas las personas involucradas. Así que elige a alguien en quien creas que puedes confiar o, si ya tienes una relación, pregúntale a tu pareja si es algo que le apetece hacer. Define los límites y establece las palabras prohibidas. Por ejemplo, los insultos y la degradación pueden excitar a alguna gente, pero no es el caso de todo el mundo, así que háblalo primero. Puede ser una buena idea hablar sobre el establecimiento de una palabra de seguridad (como la que podríais usar en la cama en la vida real) que ambas partes podáis utilizar en caso de que el sexting os resulte incómodo en algún momento. Puede que decidáis que los desnudos os parecen bien, pero que los mensajes sobre situaciones que implican sexo en grupo no lo están. Asegúrate de respetar siempre los límites que mutuamente hayáis establecido.
Así que ya habéis establecido vuestros límites, ¿y ahora qué? Puede parecer que el comienzo de una sesión de sexting será incómodo y que costará encontrar un entorno que os entusiasme por igual. Si te atascas a la hora de encontrar una idea, por qué no te inspiras en tus experiencias sexuales previas o piensas en los lugares en los que te gusta que te toquen, ya sea cuando lo haces a solas como cuando estás en compañía, y empiezas por ahí. Durante el sexting, es importante verificar y preguntar regularmente "¿Puedo mandarte una foto?" o "¿Quieres más?", etc.
En principio, hay dos papeles principales que puedes adoptar en el dirty talking: el de quien dirige o el de quien narra. La persona que dirige es la que toma la va construyendo un relato, mientras que la que narra describe lo que ocurre a su alrededor.
Ejemplo de dirección: "Quiero que uses tu vibrador, pero no puedes correrte hasta que yo lo diga".
Ejemplo de narración: "Me encanta cuando me provocas de esa manera".
Puede que uno de los papeles te vaya de maravilla a ti y el otro sea ideal para tu pareja, por lo que es muy probable que los adoptéis de forma natural. Pero esto no significa que no puedas cambiar de rol.
Los tiempos son importantes
Ten en cuenta lo que está haciendo tu pareja cuando quieras iniciar el sexting. Si ha salido a comer con la familia o acaba de tener la reunión semanal con su jefa, probablemente no sea un buen momento para recibir mensajes de texto subidos de tono.
Si no sabes con certeza qué está haciendo tu pareja, ¿por qué no le envías un simple mensaje de "Hola, ¿qué haces?" para saber si es un buen momento para poneros al tema. O, si eres tú quien se ve en una situación que no es apropiada para el sexting, puedes enviarle un mensaje para que sepa que te apetece hacerlo más tarde:
"Hola (apodo cariñoso), estoy en el trabajo pero no puedo dejar de pensar en cómo me (...). ¿Sexo telefónico más tarde? Podemos ponernos a tono mientras termino unas cosillas del trabajo".
"Sé que te encanta cuando uso mi (parte del cuerpo) para (...) tu (parte del cuerpo). Estoy deseando deslizar mi lengua (en/sobre) tu (parte del cuerpo). Me muero de ganas de oírte (verbo). No veo la hora de escuchar tu voz esta noche".
Avisa a tu pareja antes de enviar un desnudo
Un gran consejo para enviar desnudos es enviar un mensaje "NSPT" (que es un acrónimo de "no es seguro para el trabajo"), y luego pulsar el botón de volver un par de veces, antes de enviar la foto. Así te aseguras de que la foto no aparezca en la pantalla de bloqueo de tu pareja, y le permites mirarla cuando no esté en una situación potencialmente comprometida o en el trabajo. Si no quieres enviar desnudos completos, no sientas que tienes que hacerlo: puedes tirar de ingenio.
"Te envío una foto para que des rienda suelta a tu imaginación".
Utiliza tu voz
Los audios no sólo te facilitan la vida cuando quieres expresar tu punto de vista a alguien rápidamente, sino que también te permiten aprovechar los deseos auditivos de tu amante. Prueba a bajar la voz y hablar suavemente mientras le dices a tu pareja lo que quieres hacerle o lo que quieres que te haga. También puedes aprovechar la variedad de opciones digitales disponibles para el sexting, como fotos, vídeos, notas de voz, textos, GIFs y Boomerangs.
Mantén la cosa en marcha
No hay nada peor que ponerse a cien y que después se pierda el ritmo, o peor aún, que todo quede en el aire. Cuando el sexting esté en pleno apogeo, intenta involucrarte y responder durante los momentos más íntimos. Además, no dudes en llamar a tu pareja si te parece que no está presente:
"No sé dónde has ido, pero si aún no te has corrido, vamos a solucionarlo".
"Estoy a punto. ¿Quieres pasar esto a FaceTime?"
Cuidados posteriores
Los "cuidados de después" no son perversiones ni nada de eso. El sexting es único porque es a la vez una experiencia sexual en pareja y en solitario, y eso puede conllevar algunas emociones intensas. Si sientes un ligero desasosiego cuando las cosas han terminado, tómate un tiempo para el autocuidado físico. Sé consciente de cómo te tocas, teniendo especial cuidado y prestando atención al tacto de tus manos en tu cuerpo. Esto puede ayudarte a poner los pies en la tierra, especialmente si sientes un poco de soledad después de la sesión de sexting.
Una nota final sobre la seguridad
El sexting puede ser fantástico, pero también es importante ser consciente de lo que puede ocurrir a veces si se ignoran el consentimiento y el respeto.
Abuso sexual por medio de imágenes: captar o compartir imágenes sexuales sin el consentimiento de alguien (por ejemplo, compartir los desnudos de alguien sin consentimiento).
Contenido sexual online no solicitado: el envío de contenido sexual no deseado que se comparte online, incluido el contenido de las aplicaciones, a través de los mensajes de texto y los sitios web (por ejemplo, fotopollas no deseadas).
Coacción sexual, amenazas e intimidación a través de Internet: Coaccionar a alguien para que haga algo sexual online u offline a través de la tecnología, por ejemplo, el chantaje para que envíe desnudos.
Estas tres infracciones pueden ser denunciadas a las autoridades.
Dicho esto, si todo el mundo respeta los límites, tiene consentimiento y confía en la otra persona, no debería haber ningún problema con el sexting. Es una forma estupenda de desahogarse y de conectar con tu pareja incluso cuando no estáis juntos.