Buscar
Temas
"Él era lo primero en lo que pensaba al levantarme por las mañanas" - Cómo Enrique y David lograron que su familia aceptara su amor


Narrado a Badoo por Enrique

Aunque coincidimos en Badoo el 16 de diciembre de 2010, no nos vimos en persona hasta dos semanas después. Aún recuerdo lo bien que me sentí al verle y escuchar su voz por primera vez. El día que consideramos que es el inicio de nuestra relación es el 12 de febrero de 2011, que fue cuando le dije a David que iba a dejar de hablar con otros chicos. Bueno, en realidad lo que le dije es que me había dado cuenta de que desde hacía unas semanas él era lo primero en lo que pensaba al levantarme por las mañanas casi cada día. Ese día nos convertimos en pareja exclusiva y prometimos decirnos la verdad sobre nuestros sentimientos y poner fin a nuestra relación si las circunstancias no nos parecían adecuadas.

Un comienzo difícil

Cuando nos conocimos, David aún vivía con sus padres. Me advirtió de que no íbamos a poder vernos todos los días porque aún no había salido del armario del todo y no hacía mucha vida social. Si de repente cambiaba de hábitos, sus padres iban a empezar a hacer preguntas. Le dije que no importaba, que lo importante era seguir viéndonos y que me tomaría las cosas a su ritmo.

Lo que ocurrió en realidad es que empezamos a vernos todos los días, por la mañana y por la tarde. Cuando terminaba la universidad por la mañana iba a recogerlo, a mediodía lo llevaba a casa, después de comer lo volvía a recoger, y por la tarde lo llevaba otra vez a casa. Y así durante varios años, hasta que se compró una bicicleta y tuvo un poco más de autonomía para desplazarse (vivíamos en dos extremos opuestos de la ciudad).

Conociendo a los amigos

Teniendo en cuenta que no empezó como una relación seria, no era nuestra intención presentarnos mutuamente a familiares y conocidos. Pero resulta que David ya les había hablado de mí a sus amigos después de la primera vez que nos vimos. Así que muy pronto me llevó a la pista de patinaje a conocer a dos de sus colegas y, no mucho después, al cine y a una barbacoa de cumpleaños con toda su pandilla. Me acogieron como a uno más. Algunos de mis mejores amigos me advirtieron de la diferencia de edad entre nosotros, pero con el tiempo admitieron que David les sorprendía tanto como a mí en cuanto a madurez. Incluso bromeaban diciendo que David era el más maduro de nuestra relación.

Encuentro con la familia de Enrique

Aunque no era nuestra intención presentarnos mutuamente a nuestras familias, se dieron ciertas circunstancias que aceleraron la integración de David en la mía. Un día mi hermano mayor me pidió que recogiera a mis sobrinos del colegio. David iba conmigo y, al bajar del coche, mi sobrino me preguntó si era mi novio. El momento clave de la aceptación llegó cuando mi tía llegó en tren desde Madrid el mismo día que yo iba a ir al cine con David y me pidió que la recogiera en la estación. Como la hora de llegada del tren coincidía con el final de la película, la recogimos juntos para no hacerla esperar. Cuando dejamos a David en su casa, mi tía me preguntó todo sobre él; al parecer, le había causado muy buena impresión. Fue mi tía quien presentó a David al resto de la familia, animándome a invitarle a una reunión familiar. A partir de entonces, David fue uno más, totalmente acogido por todos, y se sintió como en casa.

La familia de David

Mi integración en la familia de David tuvo que esperar mucho más. De hecho, no supieron de mi existencia hasta que llegó el momento de su ceremonia de graduación. Fue la noche anterior cuando David les dijo que era gay (no bisexual, como pensaban) y que éramos pareja desde hacía años. Antes de eso, cada vez que nos veíamos, yo era, supuestamente, Raquel, una amiga y compañera de la universidad. Incluso ahora seguimos bromeando sobre ello con la verdadera Raquel. Tuve que esperar unos años más para ser aceptado e involucrarme plenamente en la familia, pero ahora me siento muy a gusto con ellos.

La mayoría, tanto amigos como familiares, se sorprendieron al saber que nos habíamos conocido a través de una página web de citas. Pero, poco a poco, nuestra relación se fue consolidando. Pasamos de un interés emocional y físico a un enamoramiento gradual y lento. Algunos amigos nos advirtieron de la "crisis de los tres años" por la que pasan todas las relaciones. Después de tres años, esperábamos una crisis que no llegó. Luego nos advirtieron de la "crisis de los cinco años" y, una vez más, no se produjo.

Amor a distancia

A medida que pasaba el tiempo, mis sentimientos por David eran cada vez más fuertes y percibía que eran recíprocos. Eso no quiere decir que nunca tuviéramos discusiones, pero éramos capaces de resolverlas con respeto y comprensión. Así que, cuando llegó el momento de distanciarnos debido al año de estudios de David en el extranjero y a mi traslado por motivos laborales, la relación era lo suficientemente sólida como para no tambalearse con la distancia.

Planeando un futuro juntos

Nos fuimos a vivir juntos durante el verano de 2018 y empezamos a planificar el futuro. Sabíamos que queríamos casarnos y bromeábamos sobre quién debía proponer matrimonio a quién. En 2019, tomé la decisión de pedirle matrimonio a David mientras disfrutábamos de un viaje a Sintra que había organizado para su cumpleaños. Pero el anillo no llegó a tiempo y tuve que esperar hasta febrero de 2020 para camuflar la propuesta con una cena romántica que preparé en casa por nuestro aniversario.

La pandemia nos obligó a retrasar la organización de la boda más tiempo del que nos hubiera gustado, pero finalmente todo salió bien. A pesar del caos que supone organizar una boda durante una pandemia, todo salió perfecto. Para nuestra luna de miel, viajamos por la mitad norte de España. Fueron dos semanas fantásticas, viendo lugares juntos, degustando la gastronomía y viviendo como reyes.

Desde entonces nos han preguntado muchas veces: "¿Casarse ha cambiado en algo vuestra relación? La respuesta es no, no ha cambiado nada en nuestra relación, pero nos ha proporcionado un romanticismo precioso que aún perdura más de cuatro meses después de la boda.

Entrar en Badoo
Más información sobre Badoo
Seamos honestos