A día de hoy, todos sabemos bien lo que es el ghosting. En caso de que te hayas librado de sufrir la agonía que acompaña al ser víctima de semejante despropósito y no sepas de lo que te estamos hablando, te vamos a explicar lo que es: el ghosting es cuando una persona a la que has estado conociendo, de repente y sin motivo aparente, va y desaparece de la faz de la tierra. El experimentar tal fenómeno es normal que nos lleve a preguntarnos si la persona en cuestión se ha muerto o, a lo mejor, se le cayó el teléfono al retrete haciendo que, de algún modo, haya perdido toda manera de contactar con nosotros. Ahora, como si no hubiesen pasado ya bastantes cosas en el 2020, ha aparecido una nueva tendencia tan confusa y deprimente como la anterior. Os presentamos: el zombieing.
¿Qué es el zombieing?
Tal y como sugiere su nombre, se produce cuando una persona que te ha hecho ghosting resucita, se levanta de entre los muertos, sale de su ataúd y vuelve a tu vida con un mensaje aparentemente inocente del estilo de “Hola, ¿cómo va todo?”. El zombie puede incluso reconocer su desaparición tan inesperada como sorprendente y ofrecer una explicación: el trabajo no le dejaba tiempo para nada, se había ido del país, se estaba mudando… Pero, en la era de la COVID-19, cuando los confinamientos se amontonaban cual vasos en el fregadero después de un sábado noche de exaltación de la amistad y comida basura, la validez de sus excusas es claramente cuestionable; lo que nos deja preguntándonos qué pasó realmente y por qué ha decidido proceder a manifestarse de nuevo sin más.
¿Por qué la gente hace esto?
Hay una gran divergencia de opiniones al respecto de por qué un zombie vuelve a tu vida. Este año, hemos tenido más tiempo para nosotros mismos que nunca, confinados en casa con poco que hacer después de habernos visto todo lo mejorcito que Netflix nos ofrecía. Una corriente común de pensamiento es que aquellos practicantes del zombieing simplemente se aburren y hablan contigo a modo de entretenimiento o incluso como una oda a su propio ego. Darse cuenta de esto duele, especialmente si el zombie en cuestión es alguien que realmente te importaba. Pero como siempre, hay dos partes en cada historia. La psicoterapeuta especializada en sexo y relaciones Miranda Christopers explica:
“La razón de que hayamos visto un incremento de zombieing durante el confinamiento es que la vida de la mayoría de la gente ha cambiado durante este tiempo (la vida se detuvo). De repente nos dimos cuenta de que hacer planes había sido inútil y de que la vida es impredecible. Empezamos a disfrutar más de las pequeñas cosas y de otras en las que nunca habíamos reparado, quizás esto nos hizo pensar que lo mismo se podía aplicar a las personas en las que no estábamos demasiado interesados previamente.”
¿Deberíamos responder a un zombie?
Cuando alguien que ha salido de nuestra vida sin ni siquiera dar una triste explicación aparece de nuevo de repente, puede provocar millones de preguntas y emociones. También puede ser extremadamente difícil saber si merece la pena responder o no. Alguien que te ha hecho ghosting en el pasado ha demostrado que puede no tener demasiadas habilidades comunicativas, y alguien que hace chas y aparece a tu lado cuando le viene en gana puede no ser alguien con quien quieras gastar energía. No obstante, si no te puedes quitar de encima la curiosidad, Miranda sugiere empezar por hablar de cómo se han comportado previamente. “Hazles saber que te hicieron ghosting, dándoles la oportunidad de explicarse. Puedes ver cómo te sientes sobre cómo responden a eso, ¿te dan una explicación o muestran arrepentimiento?”. Si la respuesta es sí, y tiene una razón con sentido para tal comportamiento, entonces puedes sentirte a gusto de seguir hablando. Pero antes de enviar una respuesta, sería bueno pensar sobre la razón por la cual quieres responder.
“Si te ha hecho ghosting, creo que merece la pena valorar por qué quieres volver a hablar con esa persona. ¿Respondes porque realmente quieres o porque sentiste rechazo la primera vez? Piensa sobre tu autoestima, ¿merece la pena continuar con esta situación y te hace sentir bien? ¿O estarías mejor dejándolo pasar?, dice Miranda.
¿Y si soy yo el zombie?
A veces, la vida se mete en medio de una relación floreciente o de una oportunidad de una cita casual, lo sabemos. Tenemos cosas que hacer, a la gente le entra la cosilla, otra persona distinta puede haber captado todo tu interés… Somos humanos y no siempre hacemos lo que deberíamos. Si te encuentras reflexionando sobre una relación pasada y deseando no haberla terminado del modo en que lo hiciste, puede haber una oportunidad de retomar las cosas. Lo verdaderamente importante a tener en cuenta es por qué quieres volver a ponerte en contacto con la persona a la que has hecho ghosting, asegurándote de que no vas a hacerle más daño reapareciendo.
“Pregúntate cómo se habrá sentido la otra persona cuando le hiciste ghosting, ponte en su lugar. Vale la pena considerar cómo irá a responder y cómo se sentirá al contactar de nuevo. Pregúntate si realmente te interesa o si simplemente estás intentando llenar un vacío momentáneo. Si la respuesta es esto último, busca otra manera de llenar ese vacío”, comenta Miranda.
En Badoo, creemos en ser honestos, y eso significa decir exactamente lo que quieres a tus matches. Tanto si te arrepientes de haberle hecho ghosting a alguien y de verdad quieres intentar que la cosa funcione como si simplemente quieres flirtear un poco y tener una cita virtual picarona, todo vale siempre y cuando la otra persona sepa tus intenciones. “Si decides lanzarte y contactar de nuevo, piensa en cómo explicarás los motivos de tu vuelta. Enviar un mensaje diciendo “Hola, ¿cómo estás? probablemente causará enfado, traerá a la memoria el haber sufrido ghosting o parecerá como que no habías pensado en nada de eso”, advierte Miranda. Mientras enfoques la reconexión con honestidad dando a la otra persona el espacio para reaccionar a su manera, inténtalo. Solo prepárate, ya que esta vez puedes ser tú al que le hagan ghosting...
