Ay Barcelona, ciudad de curvas sinuosas, Modernismo, barrios delirantes y vida. De Gaudí y la interminable Sagrada Familia, del barrio Gótico y de las Ramblas. Lo tiene todo para seducir y dejarse conquistar y es el terreno perfecto para que solteros se unan en una cita inolvidable. Descubrir nuevos rincones juntos, canalizar el amor a través de mente y cuerpo -y estómago, claro- o quedarse sin aliento ante la majestuosidad de una ciudad en la que la pasión se encuentra en cada esquina.

Barcelona a vista de pájaro

Muchas veces, lo más sencillo es lo mejor. Y eso se puede aplicar a todas y cada una de las cosas de la vida, entre ellas, tener una cita de infarto. ¿Cómo suena compartir vistas panorámicas? Miradores... ¡Cuánto nos gustáis! Uno de los más impresionantes es el mirador de L'Alcalde, en lo alto de Montjuïc. Barcelona a vuestros pies, el puerto, el mar, las montañas... en un conjunto de jardines con fuentes colocadas en distintas alturas y terrazas. Idílico cuanto menos. También en lo alto de la ciudad, existe un lugar para los amantes de la adrenalina, el Parque de Atracciones del Tibidabo, donde además de pasar un buen rato, podréis subir a la noria que todavía eleva la vista un poco más. No le quedan a la zaga la vista desde los búnkers del Carmel a 262 metros de altura sobre el mar o el mirador de Joan Sales. Es primera cita no se olvida nunca.

Comerse la ciudad a bocados

¿Foodies sin remedio? George Bernad Shaw decía así: “No hay amor más sincero que el amor a la comida”. Y no le vamos a quitar un ápice de razón. ¿Lo mejor? Compartirlo con alguien y Barcelona es la ciudad perfecta para ello. Uno de sus sitios más especiales es Alkimia. Situado casi como un clandestino sobre la fábrica de Moritz, el restaurante de Jordi Vilà es todo un acierto, con su versión estrella Michelin en un comedor que parece un palacio inusitado con paredes pintadas al fresco, o la que explora en una versión más informal en Al Kostat, con una croqueta Caesar de llorar de rica y un pâté en croûte sin igual en la ciudad. ¿Ganas de diversión? Gresca es vuestro espacio. Y más si la reserva es en barra porque allí la experiencia es una fiesta. Rafa Peña os hará gozar de lo lindo, lo mismo con un bikini de Comté y lomo ibérico, o con un yakitori de hígado de ternera. La cita puede ser salvaje y pura fantasía, en una de las últimas aperturas de la ciudad. Tras triunfar en Miami, Bogotá o Madrid, el restaurante Salvaje llega a Barcelona. ¿El plan? Bocados asiáticos de lujo (king crab o wagyu japonés) y cócteles del ganador de la World Class Competition, Borja Goikoetxea. ¿Algo más sencillo? ¿Una pizza tal vez? Pues te recomendamos dos, que además postulan como candidatas a ser elegidas la mejor pizza de España, Sartoria Panatieri y Can Pizza. También en la selección de pizzas napolitanas, apuestan fuerte por NAP y La Balmesina. Puro bocatto di cardinale.

Ooooooooommmmmmmmm… Calma y serenidad para dos

En el mundo ajetreado en el que vivimos, ¿cómo recuperar la calma y la tranquilidad? A veces parece imposible pero no lo es del todo. Te has topado con un yogui, con ese amante de los saludos al sol, las meditaciones y la paz mental. Genial. Una forma excelente de recobrarla es pasar un día en el spa del Mandarin Oriental Barcelona. Lujo asiático sí, pero también un oasis de tranquilidad en el corazón de la ciudad condal. Piscina, sala de vapor oriental, una suite de tratamientos holísticos en pareja... Adiós al estrés corporal y mental. ¿Y una sesión de acro yoga para dos? Algo nacido por y para practicarlo en pareja, porque uno hace de base y el otro de volador. Y los verdaderos expertos en la materia, Acro Yoga Thai, organizan cursos y clases presenciales varios días a la semana en Drassanes. No existe mejor forma de empezar a unir lazos.

A remojo, mucho mejor

No podemos negar que el mar tiene ese elemento romántico que lo hace indispensable. Porque no todas las ciudades lo tienen y si está a un paso de la urbe, hay que aprovecharlo. La playa de Llevant, la del Bogatell, la Mar Bella o la Barceloneta entre otras, son imprescindibles. Pero ¿lo elevamos al siguiente nivel? ¿Con una cena en alta mar quizás? Sailing BCN propone navegar por la costa, solo para dos u organizar una cena romántica bajo las estrellas. Pasar el día a remojo en un beach club o piscina de hotel, también es uno de los grandes planes para refrescarse en una cita sobresaliente. El icónico hotel vela, el W Barcelona, estrena 'Escape your way'. Cada jueves y viernes sube la temperatura en su icónica infinity pool, abierta al público y con zona de solarium, camas balinesas para dos, música en directo, comida y cócteles...

Barcelona para el que ya conoce Barcelona

Descubrir juntos -de nuevo- una ciudad, suma enteros para que la relación se haga duradera. ¿Ya conoces toda Barcelona? Seguro que hay algo que se os escapa y podéis crear un recuerdo nuevo compartido. Por ejemplo ¿sabías que en la ciudad existen fabulosas casas museo poco conocidas? El proyecto Cases Singulars propone visitar, cada día de la semana, espacios donde se escribió parte de la propia historia de Barcelona como la Casa Amatller, la Casa Rocamora o el Palau Baró de Quadras.