De Málaga dicen que es la tierra prometida y es que es una de las mejores ciudades para vivir del mundo y una de las más económicas para hacerlo. Es cultural, amable, histórica, divertidísima y playera. ¿Cómo no amarla? Además está en plena ebullición artística y es vanguardista a rabiar. Tres mil horas de sol al año, para encontrar el amor, sin prisa, pero sin pausa, a vuestro ritmo, para ir descubriendo todos y cada uno de sus encantos, que no son pocos.

Un paseo estimulante por el Soho malagueño

¿Sabías que Málaga también tiene su propio Soho? Las ciudades más cosmopolitas lo tienen y Málaga no iba a ser menos. Así se conoce a la zona que antaño solo atesoraba edificios sin más en el Ensanche de Heredia. Después llegaron los artistas urbanos, los festivales, las últimas tendencias, los mercados de artesanía, restaurantes y hasta el CAC, el Centro de Arte Contemporáneo de la ciudad. Lo tiene todo. Primero pasear descubriendo las obras a gran escala de Obey, Disaster, D*Face o Boamistura, después, refrescar el gaznate. Por ejemplo, el hotel Soho Boutique Colón abrió recientemente Cávala, del Juanjo Carmona y es la excusa perfecta para una cena memorable a base de pescados y mariscos de las lonjas de Fuengirola y La Caleta de Vélez. Si sois cerveceros, la cita será perfecta en la Fábrica de Cruzcampo, para aprender y ver de primera mano cómo se elaboran, catarlas y acompañarlas con comida mientras artistas de primera amenizan la tarde con música en directo. ¿Sois queseros? Picnik es especialista en quesos artesanos y en sus cámaras atesora más de 40 variedades. Además, se pueden probar allí mismo acompañados de vinos, embutidos, mermeladas y chocolates.

De chiringuito a Beach Club y tiro porque me toca

La playa siempre es un buen plan. Con los pies en la arena y un espeto en las manos se piensa mejor, ¿verdad? No puede haber mejor plan para una primera cita que disfrutar junto al mar. Ya sea en la Araña y su mítico Chiringuito Maricarmen, con un desayuno en La Galerna en Pedegalejo o con una fideuà de chipirones en el Merendero Antonio Martín, en plena playa de la Malagueta. ¿Una mini escapada a Marbella? Si de algo puede presumir, es de tener los beach clubs más animados de la costa Andaluza. Clásicos como Nikki Beach o el Ocean Club, y una de las novedades más apetecibles de este año, Naô Pool Club. Solo te diremos que lo ha creado el hijo de la mítica Olivia Valere. El plan es reservar una de sus camas balinesas, alrededor de la piscina y con vistas a la montaña de La Concha y pasar allí el día. Música en vivo, cocina de temporada y la posibilidad de disfrutar allí del sushi de Ta-Kumi, uno de los mejores de la ciudad.

Y cuando se pone el sol...

Que viva la contemplación. Si sois fanáticos de los atardeceres, Málaga es una de esas ciudades que puede presumir de tenerlos memorables. ¿Una ruta de puesta de sol en puesta de sol? Arrancaría en uno de los lugares míticos para hacerlo, el Balneario y la playa de los Baños del Carmen. El sol se oculta por las montañas entre Torremolinos, sin edificios que nublen el momento y mientras tanto, en el restaurante planean hacerlo copa en mano y con conciertos de La Bien Querida, Mikel Erentxun o Los Secretos. El momento romántico se eleva en lugares que si lo montas bien, pueden ser solo para dos. Subir al mirador de Gibralfaro, al mirador de Pocopán, situado en uno de los picos más altos de los Montes de Málaga o al Monte Victoria, puede ser otro de los grandes planes, porque no hay nada más romántico que compartir un atardecer...

Para los que viven por la cultura

Ya decíamos que el boom cultural de Málaga ha sido emocionante en los últimos años y no hay amor más bonito, que el amor por el arte. ¿Es vuestro caso? No se hable más. A Málaga se la conoce como 'la ciudad de los museos' y es que entre sus calles atesora ejemplos que la han posicionado como tal. El Museo Picasso, dedicado al malagueño más universal, el Carmen Thyssen, el CAC, el Centro Pompidou, pasando por el Museo del Automóvil y hasta una colección de arte ruso de San Petersburgo, sin olvidarnos del vanguardista Muelle Uno. Todos únicos y estimulantes. Y no solo de museos vive la ciudad, sino que en ella, la historia sigue viva. Cuando amas la cultura, sientes mariposas en el estómago, como las que os emocionarán al recorrer el Teatro Romano, símbolo de la Hispania Romana, la Alcazaba y sus recoletos jardines o la imponente catedral, donde dejaros embaucar a golpe de renacimiento, barroco y gótico.

Al calor, soluciones

Sube la temperatura y no solo con algunas citas, sino porque en Málaga, el verano dura extraoficialmente desde abril a octubre e incluso noviembre. Si aprieta el Terral ya ni hablamos. Así que al calor, soluciones. ¿Qué tal asomarse a la vitrina de una heladería? Las hay muchas y variadas y compartir helado y terminárselo antes de que se empiece a derretir, es un planazo en pareja. Los de Casa Mira, la heladería con más solera de Málaga, y en especial su sorbete de naranja con chocolate, son imbatibles. También los de Kalúa, con opciones sin azúcar o lactosa, los de Tutti Frutti o el helado de pistachos de Sicilia de Heladería Inma. ¿Y si lo que apetece es un café? Mejor un cold brew fresquito, como los que preparan en Santa Coffee, Kima Coffee o Next Level Specialty coffee. Y que fluya la conversación.