Escrito por Beth McColl
Llevaba ya años sufriendo el Trastorno Disfórico Premenstrual (una forma severa de SPM) antes de escuchar el término por primera vez. Alguien a quien seguía en Twitter compartió un artículo, en el que hice clic por casualidad. Todo lo que leí me resultó inmediatamente familiar: el ciclo mensual de depresión, la ideación suicida intermitente, la confusión, la paranoia, la ansiedad, la fatiga, el insomnio, los dolores de espalda y de pelvis, la hinchazón, los calambres y los mareos. Hasta entonces había asumido que estos síntomas eran totalmente normales y comunes, simplemente un regalo divertido y genial de mi divertido cuerpo. Pensaba que todo el mundo que menstruaba lo experimentaba más o menos igual, y que yo simplemente lo llevaba mal en comparación con mis amigas y compañeras. Estaba equivocada.
El TDPM es un trastorno del estado anímico de origen hormonal que se caracteriza por graves síntomas físicos y emocionales. Las estadísticas indican que alrededor de 1 de cada 20 mujeres y personas en edad reproductiva padecen TDPM, aunque las cifras reales podrían ser mucho mayores. Dado que no existe una prueba definitiva (el TDPM es una sensibilidad hormonal más que una anomalía que pueda comprobarse) y que nuestra salud reproductiva sigue siendo lamentablemente incomprendida y pasada por alto, puede ser difícil obtener un diagnóstico. Antes de buscar ayuda, me revisaron la tiroides dos veces, me dijeron que mis síntomas físicos no eran lo suficientemente graves como para indicar un TDPM (sí lo eran), y un médico me pidió que "esperara un momento" mientras buscaba en Google.
Hace unos años me colocaron un DIU Mirena, que ha ayudado a aliviar muchos de mis síntomas, pero todavía puedo tener meses muy duros y no se sabe qué pasará en el futuro. Como es lógico, mi vida de pareja se ha visto afectada. Antes de recibir ayuda, tenía miedo de mi cuerpo y de mi cerebro, y estaba agotada por el esfuerzo que suponía aparentar que lo estaba superando. Ahora comprendo que mis síntomas son temporales y que puedo sobrellevar la peor parte de ellos sin castigarme ni pensar que no soy digna de ser amada. Cuando salgo con alguien soy capaz de explicar con calma lo que es el TDPM, lo que significa para mí y lo que significa para las personas más cercanas a mí. Ya no me parece una confesión vergonzosa, es sólo información. Soy Beth, soy doblemente géminis, me tomo el café solo y tengo un trastorno del estado del ánimo basado en las hormonas que puede hacerme sentir muy, muy mal algunos meses". Sigue siendo un poco incómodo, pero ya no es tan aterrador. Esto es lo que sé sobre tener citas con el TDPM.
No puedes fingir que no está ocurriendo
No puedes fingir que no pasa.
¡Está ocurriendo! Tratar de ocultarlo a tu pareja por cualquier motivo será contraproducente, ya sea en un intento de parecer una persona más divertida o fácil de llevar o simplemente porque crees que no sabría cómo reaccionar. Te encasilla como un problema por algo que no has elegido y además les roba a tus citas la oportunidad de conocerte plenamente o de demostrarte de qué están hechas. Por muy frustrante y vergonzoso que resulte tener citas que se acobarden o se echen atrás cuando se habla de un problema de salud mental, lo que realmente están haciendo es desenmascararse como malas parejas potenciales para ti. Quédate con la información. Deja la vergüenza.
Porque necesitas una pareja que no se limite a tolerar tu TDPM
Pasé años fingiendo que estaba mucho mejor de lo que realmente estaba, porque pensaba que tener una enfermedad mental sólo era aceptable mientras estuviera constantemente oculta y perfectamente controlada. Confundía la exasperación de los demás con una prueba de mi propio mal. Cuando necesitaba más descanso, o me sentía especialmente sensible, o no podía ni salir de la cama, también soportaba la vergüenza añadida de ser una persona que requería muchos cuidados. Así que, en lugar de trabajar para encontrar formas de gestionar mi TDPM con la persona con la que salía, me encerraba y me culpaba a mí misma.
Mucho mejor, encuentra la manera de identificar tus necesidades y comunicarlas.
Para mí ha sido un cambio total de rumbo reconocer que puedo pedir apoyo específico a la persona con la que salgo. Esto no significa utilizarla como asistente personal o saco de boxeo emocional, sino dejar que las personas que se preocupan por nosotras lo demuestren y puedan llevar a cabo estos cuidados. Si estás saliendo con alguien que no tiene la menstruación y nunca la ha tenido, puede que no entienda intuitivamente por lo que estás pasando, y eso está bien. Hazle saber cómo es y cómo te sientes. Diles a qué deben prestar atención y qué podría ayudarles. En mi caso, la irritabilidad y la fatiga de bajo nivel son los primeros signos, y el ligero apoyo desde la distancia es realmente efectivo. La confusión cerebral es lo siguiente, y luego mi estado de ánimo desciende de forma brusca y muy rápida. Puedo confundirme con los detalles y dejar de lado el trabajo. Si le digo a alguien que esta situación se avecina, no se sentirá desconcertado por mi cambio de actitud y no se tomará como algo personal si tardo en responder a los mensajes o no atiendo las llamadas.
Tampoco te castigues si tienes que cancelar o cambiar una cita
El TDPM es duro. Puede dejarte fuera de combate durante días o incluso semanas. Y es muy desagradable sentir que pierdes tiempo o que el abanico de citas se reduce mientras luchas por tu salud mental y emocional. Pero puedes encontrar, y encontrarás, personas que quieran comprenderte y que no se comporten como si te estuvieras tomando demasiadas libertades por necesitar priorizar tu bienestar. Ese tipo de reciprocidad es lo que la mayoría de la gente busca, con o sin TDPM, y negarse a aceptar la narrativa distorsionada de otra persona sobre lo que puede permitirse pedir es un paso importante para encontrarlo.
Pero recuerda que es importante crear una red de apoyo fuera de las relaciones sentimentales
Tener amistades, familiares o a profesionales de la salud mental a mano durante los días más duros del mes puede ser de gran ayuda. Realmente se necesita una comunidad, y buscar una pareja que esté incondicionalmente y de manera exclusiva para ti en tus peores momentos es una receta para el desastre. En lugar de eso, pide más apoyo y sigue buscando formas de ayudarte a ti misma. Pregúntale a tu pareja cuáles son sus límites, qué puede ofrecerte y luego sé sincera contigo misma sobre si eso es suficiente. Porque tener TDPM no te hace menos merecedora de una relación maravillosa, cariñosa y sin vergüenza. Ojalá lo hubiera sabido antes.
