Escrito por Almaz Ohene

A medida que se acercan las fiestas, es previsible que algunas personas vayamos a conocer por primera vez a la gente con la que nuestra pareja tiene más contacto. No es raro ni descabellado sentir un poco de ansiedad por causar una buena primera impresión, ya que seguramente sea importante para ti que los amigos y amigas de tu pareja y tú os llevéis bien, sobre todo si la relación es algo más que una simple aventura.

El primer encuentro con su entorno personal no es sólo una oportunidad para causar una buena impresión, sino también para que tú hagas nuevas amistades.

Intenta no preocuparte por cómo perciben los demás vuestra relación, lo importante es que vuestra conexión sea auténtica.

Si te invaden los nervios...

Aunque es comprensible que no quieras que se te noten los nervios por conocer a su gente, la sinceridad siempre es lo mejor, así que explica a tu cita lo que te preocupa antes del encuentro. Un comentario honesto como "tengo muchas ganas de conocer a tus amigos, ¡pero también algo de nervios!" es algo perfectamente razonable que puedes decir. Y lo bueno de sincerarte con tu pareja es que estará en disposición de intervenir y echarte un cable con la conversación si las cosas se ponen incómodas. Recuerda que tu cita quiere que te lleves bien con su cuadrilla tanto como tú.

Y si sientes un alto grado de inseguridad, puede significar que la relación aún no está en esa fase de conocer a la gente de vuestro entorno. Si ese es el caso, puede ser que alguna de las partes no tengáis todavía muy claro lo que significáis para la otra.

Ten un as en la manga

Asegúrate de preguntarle a tu pareja sobre el sitio y la zona donde os reuniréis para que puedas investigar un poco sobre lo que puedes encontrarte allí. Si os reunís en un local, puede ser una buena idea leer algunas de las reseñas del bar o restaurante para conocer el ambiente general y/o el código de vestimenta del lugar.

O si habéis quedado en casa de alguien, puedes preguntarle a tu pareja cómo cree que se vestirá la gente en general y cuáles son las expectativas sociales. También ayuda saber un poco de la gente antes de conocerla. ¿Son mayoritariamente hombres o mujeres? ¿Les gustan mucho los deportes? ¿Están obsesionados con Succession? Pídele a tu cita que te lo cuente. Evidentemente, no te obligues a informarte sobre cosas de las que no sabes mucho, pero puede ser bueno conocer de antemano qué puedes esperar.

Por muy cómodo que pueda resultar a alguien presentarle su grupillo más cercano de una sola vez a la otra persona, esta es una opción bastante arriesgada. Pide a tu pareja quedar primero con su persona de confianza, a la que considere más sociable. Eso ayuda a tenerla de tu parte y a que te ensalce ante el resto del grupo. Después podría presentarte a las personas con las que tiene más en común y así, una vez ampliado el círculo, tendrás alguna cara conocida a la que recurrir.

Muestra interés

Cuando estéis en la misma habitación, para que la situación sea cómoda, propicia una conversación sencilla al principio. Mantén el contacto visual, sonríe, ríe (pero solo cuando algo sea divertido) y haz preguntas.

Hay un par de cosas que puedes preguntar para romper el hielo. Aquí tienes algunas ideas:

"¿Cómo os conocisteis tú y [nombre de tu pareja]?" Es posible que hayas oído esa historia ya, pero si preguntas al resto de la gente podrás saber su versión de cómo se conocieron y tal vez averigües algunos detalles más sobre su amistad.

Además, si te interesas por cosas como "¿Dónde creciste?", puede que descubras que tienes algo en común con esa persona y os dé la oportunidad de compartir historias. No tengas miedo por interesarte un poco más sobre sus vidas. Igual resulta incómodo hacer preguntas personales al principio, pero puedes empezar por algo seguro: tu pareja. Piensa en ello. A lo mejor no tienes mucho en común con esa gente, salvo el hecho de que estáis reunidos porque sois importantes para esa persona a la que estás conociendo.

Cuenta alguna cosa sobre ti

En algún momento, se espera que compartas tu propia historia. Siempre es mejor dejar que te hagan una pregunta en lugar de ofrecer información sobre ti a la primera de cambio (o incluso peor, en medio de una de sus historias). Espera pacientemente a que surja de forma orgánica, por ejemplo: "¡Así es como [el nombre de tu pareja] y yo conectamos por primera vez! ¿Qué fue lo primero que hizo que te interesara?". Esto te da la oportunidad perfecta para contarles más cosas sobre ti.

Es previsible que alguien del círculo te acepte desde el principio. Al identificar a esa persona como tu aliada en el grupo, el resto sabrá que te estás esforzando. Sigue las bromas, los chistes y compartid experiencias. Muestra un poco de interés, pero no intentes superar a nadie: cuando se trata de bromas y de anécdotas, no puedes, ni debes, competir.

No pises la mina de las exparejas

Ignora las conversaciones sobre cualquier ex. Nadie que sea colega de verdad de tu pareja sacará a relucir el drama de sus ex delante de ti; de hecho, es una muy buena forma de identificar cualquier asunto extraño o bandera roja. Acepta que no te puede gustar todo el mundo. Puede que alguna persona no sea de tu agrado, así es la vida. Sé cortés y sigue adelante.

Después de conocer a sus amigas y amigos, es probable que tu pareja te pregunte qué te han parecido. Intenta responder de forma positiva, pero asegúrate de no fingir. En última instancia, lo más importante que debes recordar es que las personas que quieren a tu pareja solo pretenden asegurarse de que te preocupas por su bien tanto como ellas.