Buscar
Temas
Consejos para las citas online
Del “quién me va a querer” al “cómo me quiero yo"

Escrito por Carolina Iglesias (@percebesygrelos)

“¿Quién me va a querer?” Es un pensamiento que recorrió mi cabeza durante toda mi adolescencia. Y mi temprana adultez. Mira, te lo voy a decir, hasta hace nada lo pensaba.

A lo largo de mi vida me encontré a gente buena, poca de ella me quería como yo quería que me quisera y eso se quedó archivado en la memoria RAM de mi cerebro. Ni borrando caché, ni cassette. Pero cómo no iba a pensar eso con la de series que consumía de pequeña y los modelos de amor que me presentaban. Un amor tóxico y poco realista que me hizo estar muy perdida que os voy a desgranar.

Lizzie, no me engañes

Un pilar fundamental en mi aprendizaje amoroso adolescente fue la serie de Disney Channel Lizzie McGuire. Ahí, Lizzie era un poco pringada y, aunque para mí no lo era, no formaba parte del grupo de los guays. Estaba perdidamente enamorada de Ethan Craft, un chico mono pero tontísimo que pasaba de ella una barbaridad. Y ella seguía a lo suyo, enamorada de alguien que no le correspondía. Yo en eso empatizaba y sigo pensando que Lizzie era un buen referente, pero en su momento ya me chocaba que se enrollase con Aaron Carter y con Frankie Muniz. No puedes ser una pringada si te lías con Malcom, tía. No me engañes. Y tampoco podía hacer una llamada a tres en ese momento. Menuda pardilla era.

Fede de Floricienta y los referentes de amor

En general, mis referentes en el amor estaban un poco “pochos”. Fede de Floricienta, un tipo que desde el capítulo 10 de la serie sabe que está enamorado de Floricienta y aun así hasta el 65 no se besan. Después de esto, vuelve con su ex y se tira 100 capítulos sin dejar que Floricienta avance con su vida. Y cuando se decide y asume que Floricienta es el amor de su vida, se lo lleva un coche por delante. Hay que ser sinvergüenza, Federico, que le amargaste la vida a Floricienta en vida y luego mueres para seguir molestando.

Ross y Rachel de Friends, que se pasaban más tiempo enfadados que juntos. Es que quererse no lo es todo, ayuda, pero hacen falta muchas más cosas. Hay personas que siguen con su pareja por los recuerdos de lo que un día fue y yo, pese a ser la persona más amante de la nostalgia sobre la faz de la tierra, creo que es mejor escuchar Complicated de Avril Lavigne en 2021 que estar con tu pareja sin quererla.

Passion to fashion

En cuanto a la moda también fui muy influenciable al descubrir el peso que tenía en la sociedad. No me había puesto un vaquero hasta los doce años, antes llevaba siempre chándal y a esa edad decidí que quería “arreglarme”. Al comprarme ropa, fui consciente de mi talla. Nunca me lo había planteado y al hablar con compañeras me daba cuenta de que yo usaba una talla más grande que ellas. Mis ídolas de las series solían tener el vientre plano, la mandíbula marcada y muchos amigos y yo no coincidía en nada. Más de una vez pensaba “Quién me va a querer” y no encontraba respuesta. Años después acabé encontrándola, muchas personas lo hicieron, pero tardé un poco más en hacerlo yo.

El desamor

Estuve muchos años esperando al amor de mi vida y cuando me rompieron el corazón de la peor forma yo pensaba que me moría de pena. En mi mente viajaba el concepto de “el amor de mi vida” a toda velocidad. Pensaba que había encontrado al amor de mi vida, el que era para siempre y no lograba encajar en mi razón lo que acababa de ocurrir. Es una expresión muy tóxica porque si algún día ese amor termina te deja como un sim al que le cancelan la acción, sin saber a dónde ir. Es muy difícil vivir creyendo que ya no hay más en la vida, que se acabó, que no encuentras una motivación para levantarte por la mañana. Encontré a una persona que me sostuvo cuando no tenía fuerzas y me arrastró a la consulta de Rocío, que ahora es mi psicóloga y una de las personas más importantes de mi vida.

El amor

Desde que entré en la consulta de mi psicóloga hasta ahora han pasado varios años y el ritmo de mejora ha sido ascendente. Me quiero y mucho. Me valoro. Me acepto. Y disfruto cada cosa que me ocurre. Trato de visualizar las situaciones adversas siempre con perspectiva para poder darle solo la importancia que merece. A veces hace falta tiempo para querer todo eso que la sociedad ha impuesto que no quieras. No hace falta que otra persona te quiera para que tú lo hagas. Tú puedes hacerlo sola. Haces mil cosas sola. Piensa qué hay en ti que te hace especial y nunca ocultes tus sentimientos. Así que sal ahí fuera y empieza a valorarte o te rajo.

Asumir que te han dejado de querer es doloroso, pero no debemos olvidar que somos personas de la hostia. Que para que te quiera alguien tienes que quererte tú. Eso es lo más importante. Y como te encuentres a algún Fede de Floricienta: huye.

Entrar en Badoo
Más información sobre Badoo
Seamos honestos