Aunque conocer al amor de tu vida a través de una aplicación de citas ya no resulta algo sorprendente, han tenido que pasar muchos años para que se normalicen socialmente las relaciones surgidas en el universo online. Sin embargo y a pesar de que cada vez está más normalizado el amor por Internet, todavía sigue existiendo esa creencia popular de que de las dating apps no puede salir nada serio, pero, ¿qué hay de cierto en esto? ¿Es imposible encontrar a tu “…y fueron felices y comieron perdices” en una aplicación de dating?

La respuesta a esta pregunta es NO y ejemplo de ello son muchas parejas que han encontrado a su persona especial online y a día de hoy cuentan con una relación muy establecida, se encuentran casados e incluso tienen hijos como es el caso de los dos protagonistas de esta historia, una historia en la que pasaron del “hola, ¿qué tal?” al “sí, quiero”.

Así, como en todos los cuentos, esta historia empieza con un: Érase una vez… En 2011, una chica llamada Cristina y un chico llamado Antonio. Los dos, hartos de no encontrar lo que buscaban a nivel amoroso en sus respectivas ciudades decidieron hacerse una cuenta en Badoo, un sitio novedoso para encontrar personas con las que quedar de tu zona. Tras encontrarse en la aplicación decidieron dar el paso y escribir un primer mensaje que, sin saberlo, 11 años después de disfrutar de encuentros, emociones, sensaciones y pasión, pero sobre todo tras crear un maravilloso vínculo que les llevó a ser papás de 2 niños, les trasladaría a celebrar un Bodorrio en el que, por fin, poder decir mirándose a los ojos ese Sí quiero.

Esta historia, única e irrepetible, rinde homenaje a aquellas parejas pioneras en la búsqueda del amor online, demostrando que sí es posible ser protagonista de tu propio cuento de hadas si tienes delante a la persona correcta.

Por ello, tras conocer a sus protagonistas y su historia, Badoo se puso manos a la obra para preparar el día más memorable de sus vidas, aquel que, tras una planificación, cuidados y con peculiar dedicación, consiguiese superar las expectativas de la pareja y ofrecerles ese momento único que tanto ansiaban desde que tuviesen su primera cita en un centro comercial hace 11 años.

Así, manos a la obra y con los nervios a flor de piel, Badoo y la pareja comenzaron a organizar lo que sería el Bodorrio de Badoo, una celebración única y singular que riendiese homenaje a todos aquellos que apostaron por aquello que nadie daba por sentado.

El bodorrio se celebró en Rubí, un pequeño pueblo situado en la comarca del Vallés Occidental en Cataluña, rodeado de un emblemático paisaje rural y tranquilo cerca del lugar de origen de la pareja. Contaron con la intervención de los Castellers d'Esplugues de Llobregat, que formaron la tradicional torre humana para marcar el inicio de la gran celebración.

Las sorpresas fueron las protagonistas del evento, desde la actuación del coro profesional Gospel Factory, dirigido por Dani Reus, los cuales interpretaron, dejando con los pelos de punta y los ojos vidriosos a más de una persona del público, la canción “Lo que pudo ser y fue”, una canción original creada ad hoc, la cual narra la historia de amor de la pareja.

Por otra parte, Susi Caramelo, presentadora, reportera y humorista española, hizo una pequeña intervención, transmitiendo el acontecimiento a través de sus redes sociales y así dar la visibilidad que se merecen Antonio y Cristina cómo ejemplo verdadero de amor dentro de la comunidad online Badoo.

Otros perfiles cómo Íker Montero, Uy Albert, Daniel Fez y Júlia Pericas tampoco se perdieron el día y brindaron hasta el final junto a la pareja.

Ilusión, propósitos, ganas, color, brillo, adrenalina, expectación y sobre todo amor verdadero, marcaron el ritmo de la boda al compás de la melodía del inmejorable coro.

Aún cuesta asimilar todo lo que pasó este 12 de marzo de 2022. Fue rápido, intenso y fugaz pero sin duda perdurará en la memoria de muchos toda una vida.

Cristina y Antonio se sienten agradecidos por todos los regalos aunque según nos confirman para ambos el mejor fue tener para siempre en la memoria el recuerdo de este día pleno, irrepetible e insuperable.