Relaciones en la recámara: ¿Son algo malo?


Escrito por Xenia Ellenbogen

Según un estudio sobre el comportamiento de las parejas y las relaciones sentimentales, mantener la llama con un antiguo amor a modo de suplente afecta negativamente a todas las partes implicadas. Pero, ¿qué es exactamente tener una relación en la recámara y cómo saber si estás en medio de una?


¿Qué es tener una relación en la recámara?

Se considera una relación en la recámara o en segundo plano aquella en la que una persona mantiene el contacto con una ex pareja, pensando en la posibilidad de una futura relación sexual o romántica. Estas relaciones no suelen implicar ningún compromiso y pueden generar desconfianza en la nueva pareja, ya que acostumbran a mantenerse en secreto.

Esa persona "suplente" no es solo alguien que formó parte de tu vida en el pasado y que te viene a la mente de vez en cuando, sino una antigua pareja con la que mantienes el contacto y de la que sigues de cerca su vida o su trayectoria. Con las redes sociales, hay infinitas formas de tener a alguien controlado. La intención es clave aquí: si mantienes el contacto porque las cosas terminaron bien, es una cosa. Si cualquiera de las dos personas interactúa con la idea de que algún día la relación podría ir a más, se trata de una relación en la recámara.


Pistas de que tu ex podría estar usándote como "suplente"

  • Comenta a menudo tus publicaciones en redes sociales
  • Mira todas tus stories de Instagram (sobre todo si reacciona con el emoticono de fuego)
  • Te envía mensajes cada cierto tiempo, y de repente deja de hacerlo

Tener relaciones en un segundo plano puede dañar la confianza con tu pareja actual ya que, normalmente, estos vínculos se mantienen en secreto. La línea que separa la infidelidad de las relaciones en la recámara es muy fina; hay quienes las consideran una infidelidad emocional y sienten que les traicionan igualmente.

Hemos pedido a la gente que nos cuente sus experiencias con este tipo de relaciones y hemos descubierto que son más comunes de lo que se piensa...

María dice: "Mi ex pasaba horas al teléfono con un contacto en particular. Al principio lo ignoré, pero un día decidí revisar su teléfono y me di cuenta de que siempre hablaba con su ex, que se había mudado a otra ciudad. Me sentí muy dolida y traicionada. Lo que más me hirió fue que compartía con ella todo lo que pasaba entre nosotros e incluso hablaba de su trabajo y sus planes, cosa que nunca comentaba conmigo. Eso me hizo perder cualquier forma de confianza y afecto que pudiera tener hacia él. Terminé la relación".


¿Por qué la gente tiene relaciones en la recámara?

Hay quien puede mantener este tipo de relaciones por varias razones. A veces, porque actúa como una inyección de confianza, sabiendo que podrías tener a alguien más. También es posible que se sostengan por una tendencia evasiva, sobre todo cuando la relación parece difícil o seria.


¿Cómo saber si tu pareja mantiene una relación así?

Por desgracia, muchas personas que tienen a alguna ex pareja como suplente lo hacen a escondidas. Pero hay indicios reveladores que pueden ayudarte a averiguar si hay una falta de compromiso en tu relación. Algunos patrones comunes son:

    • Rechazo a hacer planes firmes
    • Clara tendencia a hacer planes de última hora
    • Una forma muy superficial de compromiso
    • Sensación de que pones más de tu parte en la relación


    Qué hacer si tu pareja conserva a sus "suplentes"

    Que la pareja mantenga el contacto en un segundo plano con sus ex, podría justificar hacer cambios o incluso romper la relación para algunas personas.

    Cualquiera que sea la razón por la que alguien decide conservar a otra persona como posible suplente, puede tener graves consecuencias. Clara comparte su experiencia al respecto:

    "Me di cuenta de que mi ex tenía una relación en la recámara cuando noté que enviaba mensajes constantemente y que se comportaba de forma sospechosa. Al principio pensé que era yo que le daba demasiadas vueltas a las cosas, pero más tarde leí por casualidad uno de sus mensajes por encima de su hombro y me di cuenta de que, durante todo ese tiempo, mantenía un contacto estrecho con otra gente por si nuestra relación no funcionaba."

    "Al principio, intenté superarlo, pero me dolía mucho que la persona con la que estaba tuviera una opción de reserva por si algo iba mal con la relación que estábamos construyendo. Pasé muchas noches en vela y con dolores de cabeza por pensar demasiado en esa otra persona. Al final, lo superé dejándolo ir y no permitiendo que lo sucedido me atenazara", explica.

    Por supuesto, lo que el compromiso significa puede variar según la relación, especialmente si estás una pareja monógama. Normalmente, es la naturaleza clandestina de las relaciones de repuesto lo que las hace dolorosas. Lo que es seguro es que la comunicación honesta y abierta es la mejor herramienta a la hora de construir vínculos con alguien.