La expresión stealthing se introdujo por primera vez en la cultura popular hace unos años, después de que el informe de 2017 de Alexandra Brodsky sobre el tema obtuviera una enorme atención mediática. Desde entonces, el stealthing ha sido objeto de debate en columnas de revistas, en periódicos y, recientemente, en la serie de la BBC "I May Destroy You", de Michaela Coel. En una escena, la protagonista de la serie, Arabella, mantiene relaciones sexuales consentidas con el aparentemente simpático y normal Zain. Sólo cuando los dos personajes terminan la relación sexual, Arabella se da cuenta de que el preservativo que estaban usando está tirado en el suelo, ya que claramente él se lo había quitado durante la penetración. Cuando ella se enfrenta a Zain por ello, sintiéndose enfadada y traicionada, él simplemente le ofrece la excusa: "Pensé que lo habías notado". Al igual que Arabella, muchas personas que han sido víctimas del stealthing en la vida real no están seguras de cómo calificar lo que les ha ocurrido o de cómo sentirse al respecto. Como sociedad, poco a poco vamos siendo más conscientes de la naturaleza perversa del stealthing. Aun así, es importante seguir hablando de ello abiertamente, para poder ayudar a quienes lo han sufrido y disuadir a otros de hacerlo.
¿Qué es el stealthing?
El stealthing es un término coloquial que se utiliza para describir cuando alguien se quita deliberadamente el preservativo durante la penetración sin el conocimiento o el consentimiento de su pareja. Katie Russell, de la organización benéfica Rape Crisis, dijo a la BBC: "Es un término muy aceptable para algo que es extremadamente inaceptable y en realidad es un acto de violencia sexual".
Como todos sabemos, consentir un acto sexual no significa que se acceda a todo, y cuando alguien consiente mantener relaciones sexuales con protección y luego esa protección se retira sin que esa persona lo sepa, el sexo deja de ser consentido. En definitiva, el stealthing es una agresión sexual.
¿Es el stealthing un delito?
El stealthing está reconocido como delito en algunas partes del mundo. En la legislación británica, el stealthing está reconocido como violación, y también ha habido condenas en Alemania, Australia, Suecia y Suiza. Russell explica: "Si alguien consiente un acto sexual específico contigo utilizando anticonceptivos, y tú cambias los términos de ese acuerdo a mitad del acto, entonces eso es un delito sexual". Independientemente de que el stealthing esté penado por la ley en la parte del mundo donde vives, es una forma de agresión sexual, y nunca, nunca es aceptable.
¿Cómo afecta el stealthing a una persona?
A nivel de salud, el stealthing expone a la persona al riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual y, en el caso de las personas que pueden concebir, a embarazos no deseados. Además, es una violación de los límites de la persona y puede tener un impacto devastador en su salud mental. En un artículo para Broadly, Brodsky señalaba cómo las personas que habían sido stealthed le contaban que habían experimentado temores por los efectos reales sobre la salud, así como "un daño menos concreto, pero no menos destructivo: una grave traición".
El stealthing nunca es culpa de quien ha sobrevivido
Muchas víctimas de la retirada no consentida del condón dicen sentirse avergonzadas o culpables. Pero la culpa recae exclusivamente en la persona que se quitó el preservativo, y al poner de relieve y hablar abiertamente del asunto, podemos ayudar a eliminar el sentimiento de la vergüenza desplazada de la persona superviviente.
Si has experimentado el stealthing, "puede ser realmente útil hablar con alguien de confianza, como una amistad íntima o un miembro de la familia, o un servicio especializado confidencial e independiente", dice Russell. "Pueden simplemente escucharte, apoyarte y ayudarte a pensar en tus opciones y en lo que podrías querer hacer para poder afrontar tan traumática experiencia y recuperarte".
El stealthing sirve como ejemplo de por qué es tan importante el consentimiento continuo y explícito durante las relaciones sexuales. Tanto si se trata de probar algo nuevo como de cambiar de postura, siempre es importante asegurarse de que tu pareja se siente cómoda y quiere seguir adelante. No importa si tienes una relación duradera, si tienes una relación de una noche o si has tenido varias citas con alguien: siempre puedes cambiar de opinión, dialogar sobre el tema o parar. Recuerda que si no es un sí rotundo, es un no.