Escrito por Xenia Ellenbogen
Normalmente pensamos en la fijación de límites como algo que hay que hacer en las relaciones a largo plazo, con la familia o en el trabajo para mantener cierta sensación de equilibrio. Pero el establecimiento de límites también es una parte esencial de las citas: puedes ponerlos en práctica incluso antes de presentarte en vuestro primer encuentro.
¿Por qué definir ciertos límites antes de una cita? Esas fronteras son líneas invisibles que te separan de quienes te rodean. Son fundamentales para nuestra autoestima, salud mental y seguridad emocional. Aunque establecerlos puede dar miedo, su objetivo es permitir una mayor cercanía entre tú y quienes te rodean. Cuando te respetas a ti y otra persona respeta tus necesidades, el resultado puede ser revolucionario.
Es fácil transigir con los límites frente a alguien nuevo en tu vida: te entusiasma y no quieres parecer una persona demasiado estricta. Pero mantenerte fiel a tus límites puede ayudarte a conocer a gente con la que te sientas más a gusto. ¿Si a alguien le cuesta respetar tus límites? Probablemente no sea una persona con la que quieras tener una relación.
¿Cómo establecer límites con alguien que aún no conoces?
Los límites empiezan por ti. Antes de establecerlos, es útil considerar qué patrones ya no te sirven en tu vida de pareja. Un ejemplo podría ser que te encante el aspecto de alguien, pero que, en la segunda cita, ya no tengáis nada de qué hablar. El límite que hay que establecer es invertir más tiempo en explorar el perfil de alguien y enviarle mensajes antes de quedar. Piensa en lo que tenéis en común. ¿Le envías mensajes sólo por atracción o por una razón más sustancial?
Otra pauta que puede requerir la fijación de límites es la incapacidad de concentrarse en el trabajo o en la vida cotidiana tras una primera cita. Un objetivo que te puedes marcar es replantearte la forma en que afrontas las primeras citas u obligarte a realizar unas cuantas tareas al día siguiente.
Trazar líneas rojas puede animarte a desmantelar los patrones habituales y a ser más intencional sobre cómo te presentas como persona. Y aunque dichos términos son diferentes para cada cual, pueden incluir el hecho de asegurarte de que te has comunicado adecuadamente antes de quedar o de que has hecho preguntas que podrían ayudar a indicar si tú y una posible pareja estáis en sintonía. Este marco puede ayudar a mitigar el escenario demasiado común de presentarse a una primera cita y ponerse en modo salvapantallas, esperando a que termine de una vez porque no tenéis nada de qué hablar.
Mantente fiel a tus valores
Es fácil perderse en la ilusión que alguien puede proyectar sobre cómo eres o dejarse llevar por las circunstancias del momento. Un límite que te ayudará a mantener los pies en la tierra es mantenerte fiel a tus valores, necesidades y deseos. Para ayudarte a definir y recorrer esta frontera, puedes dedicar algo de tiempo a reflexionar o escribir sobre lo que estás buscando y luego comprometerte a centrarte en ello.
¿Es fácil para ti perder el sentido de tus valores fundamentales cuando sales con alguien? Haz una lista de los aspectos no negociables para respetar ese trato que has hecho contigo. Pueden ser, por ejemplo, encontrar a alguien con quien te alinees políticamente, que se preocupe por el medio ambiente o que lleve un estilo de vida saludable. ¿Qué cosas sabes que no funcionarán a largo plazo? ¿Qué hay de las cualidades, principios o intereses compartidos que sabes que quieres de tu cita o de una pareja potencial?
Poner en práctica el límite de ser fiel a tus valores antes de una primera cita podría consistir en crear un espacio de diálogo en tu intercambio de mensajes para poder plantear estas preguntas antes de compartir una cena o unas copas.
Busca la correspondencia de vuestros intereses y cualidades en el perfil de la persona con la que vas a salir, como creencias, opiniones, actividades y estilos de vida similares (si eso es importante para ti). Hay algo que decir sobre la atracción yin/yang, así que no te obsesiones con tener todo en común: las diferencias forman parte de una relación sana.
Los límites en la primera cita
Entre los límites de una cita pueden figurar el lugar donde vais a quedar, lo que se acuerda hacer o no, la hora a la que quieres terminar y los límites emocionales. Es posible poner en práctica limitaciones con las citas de forma sutil y fluida, tanto antes de llegar como durante el encuentro.
Límites temporales
Pueden incluir la duración de la salida. Dejar claro cuándo es el momento de despedirse. Podrías mencionar desenfadadamente que lo has pasado muy bien y que toca marcharse. O puedes delimitar el tiempo antes de la cita y decir que tienes que irte en una o dos horas.
Límites físicos y sexuales
Los límites físicos pueden extenderse a las prácticas de seguridad de alguien en torno a la pandemia. Los límites sexuales pueden consistir en no mantener relaciones sexuales en la primera cita o en negarse a las demostraciones públicas de afectos.
La única persona que sabe cuál es el momento adecuado para tener relaciones sexuales eres tú. Es muy posible que tus términos y tu nivel de comodidad cambien con el tiempo o a medida que vayas conociendo a la persona con la que te encuentras. La clave es que te revises a ti misma o a ti mismo. Estas son algunas de las preguntas que deberías plantearte durante una cita:
- ¿Me siento a gusto?
- ¿Me siento a salvo?
- ¿Veo alguna señal de alerta?
- ¿Cómo me siento a medida que paso más tiempo con esta persona?
Límites emocionales
Las líneas emocionales a no cruzar en las citas pueden incluir no sentirse capaz de sacar a relucir algo traumático, negarse a hacer un esfuerzo emocional por otra persona o tomarse en serio las señales de alerta. Otros límites afectivos son no hablar de algo que sea potencialmente delicado, compartir tu salario o dar demasiados detalles personales por adelantado o justo después de conoceros.
Si alguien presiona cualquier tipo de límite que hayas establecido, puede ser una advertencia o una ventana a cómo podría ser la relación en el futuro. Si alguien no está dispuesto a respetar tus necesidades de espacio, tiempo, etc. ahora, ¿lo hará en el futuro? Tampoco tienes ninguna obligación de explicar a nadie por qué tienes unos límites concretos.
Delimitar ciertos márgenes puede ayudarte a mostrarte a ti y a los demás con más autenticidad. Su objetivo no es crear distancia, sino ayudar a que la gente se relacione y conecte contigo de una forma en la que puedas sentir la comodidad que necesitas. Entonces, ¿qué límites puedes establecer antes de una cita para asegurarte de que actúas con fidelidad hacia ti?