Citas y dinero: cómo ser honestos

Escrito por Alice Tapper

Permíteme que te tranquilice. No he venido a decirte que hagas un presupuesto para las citas. Uf.

Si ya tienes uno, fantástico, pero la razón por la que no es la solución para mejorar las citas es doble 1) Son poco prácticos. «Lo siento, no puedo quedarme, acabo de superar mi presupuesto para citas» tiene que ser uno de los mayores aniquiladores de la pasión de todos los tiempos y 2) Los presupuestos son increíblemente aburridos. Aunque te diga que hagas uno, sé que no lo vas a hacer.

En su lugar, volveremos a lo esencial, reflexionar sobre lo que queremos de nuestra vida en pareja y cómo hacerlo realidad.

Pagar la cuenta

La primera pregunta que surge cuando se habla de dinero y de citas es "¿Quién paga la cuenta?". Cada cultura tiene una respuesta diferente, con una variedad de expectativas y convenciones sociales basadas en el género, y hay un creciente consenso acerca de que la idea de esperar que una persona pague la cuenta es algo anticuado. Esta costumbre ha existido en gran medida dentro de las relaciones heterosexuales y se basa en un contexto en el que las mujeres no tenían sus propios ingresos.

Personalmente, estoy encantado de que desaparezca el precepto de "él debe pagar", pero sé que no es tan sencillo. Un amigo que se mudó a Estados Unidos me dijo: "Sólo después de varias citas en las que sugerí que fuéramos a medias, me di cuenta de que era un paso en falso y una forma segura de que la relación no prosperase". Aunque me encantaría decirte que dejes de lado las normas sociales, sé que, siendo realistas, no siempre es fácil hacerlo.

¿De qué tipo eres?

Empecemos por ti. Olvida lo que la sociedad dice que debes querer y hacer y tómate un par de minutos para pensar en tus valores monetarios.

Hay que hacerse dos preguntas:

1) ¿Quién paga las citas?

Aquí no hay respuesta buena o mala. Si de verdad crees que la otra persona debería pagar, o si piensas que siempre se debería pagar a partes iguales, está bien. Puedes estar en un punto intermedio o puedes pensar que la persona que pide también debe pagar. Siempre que tengas claro por qué lo crees, habrás empezado con buen pie.

2) Lo que te importa

Querer salir con una persona sólo porque tiene un yate y un ático no es lo ideal. Dicho esto, no hay nada malo en preocuparse por el enfoque de alguien en cuanto al manejo de su dinero, sobre todo si buscas una relación a largo plazo.

Así que piensa en el tipo de valores que son importantes para ti. ¿Eres una persona derrochadora que disfruta con los excesos de los fines de semana o te preocupas por tus objetivos de ahorro y por mantener el rumbo? ¿Cuáles son tus mayores metas financieras? ¿Quieres encontrar a alguien que esté dispuesto a establecerse y comprar una casa o a alguien con ganas de viajar por el mundo?

Si te cuesta resolver esto, reflexiona sobre cómo han ido las citas y relaciones anteriores. ¿Hay algo que te haya hecho sentir incómodo, desplazado o fuera de lugar? Utiliza estos sentimientos como guía.

Tus valores a la hora de salir con alguien

Si reflexionas sobre tus respuestas a las preguntas anteriores, ¿cuáles son tus valores a la hora de salir con alguien? Probablemente tengas algunos principios básicos innegociables y otros más flexibles. Por ejemplo, tal vez sea esencial salir con alguien que crea en la igualdad de condiciones económicas, mientras que tener ambición profesional no es un requisito imprescindible. Sean cuales sean, tenlos en cuenta cuando empieces a salir con alguien y utiliza tu instinto para detectar si alguien no es compatible.

Cinco reglas para no hacer daño al bolsillo

  1. Actuar con antelación La clave para evitar situaciones incómodas e inasequibles es actuar con antelación y sinceridad. Si te invitan a salir, no te cortes en expresar que prefieres tomar un café o dar un paseo. Las citas online te dan tiempo para pensar con calma cómo invitar a alguien a salir y cómo responder.

  1. Sólo bebidas Como regla general, limita la primera cita a "tomar una copa". Una cena es cara y conlleva la posibilidad más que real de pasar unas horas incómodas con alguien que no te va. Si te invitan a cenar, no hay nada malo en sugerir unas copas en su lugar, y siempre se puede buscar una mesa si os estáis entendiendo.

  1. Alternativas gratuitas ¡No hay que pagar por las citas! Si la pandemia nos ha enseñado algo, es que un paseo por el parque o un BYOC (bring your own coffee, trae tu propio café) de hecho pueden ser una gran opción para una cita auténtica. Olvídate de la falsa seguridad que te da la cerveza y de los cócteles demasiado caros y conoce a tu cita por lo que es.

  1. Primero virtual La segunda cosa que hemos aprendido en el último año es que no hace falta quedar con alguien para conocerlo. Las citas con zoom no son para todo el mundo, pero pueden ser una forma estupenda de asegurarse de que hay potencial para la química. Y si no es así, ¡habrás ahorrado tiempo y dinero!

  1. Sinceridad ante todo Si tu cita te propone ir a un sitio tan caro que probablemente te cause problemas económicos, no tengas miedo de sugerir una alternativa. Incluso si insisten en pagar, piensa si esa situación te resultará cómoda.

Unas palabritas sobre decir no

Está muy bien que hable de valores y límites, pero lo entiendo, estas cosas son mucho más difíciles en la práctica. Por ejemplo, poco después de graduarme y sin mucho dinero para gastar, tuve una cita con un chico que me propuso quedar en su bar de vinos favorito. “Qué sitio más bonito", pensé durante dos segundos, antes de darme cuenta de que la botella más barata costaba 45 euros. “Pidamos ésta", dijo, señalando una botella de tinto que estaba bastante abajo en la carta. "¿Pedimos también una tabla de embutidos?", se preguntó, antes de confirmárselo al camarero: "Sí, tomaremos uno de estos". Sabía que íbamos a pagar la cuenta a medias y que sin duda no podía permitirme los más de 87€ que se habían acumulado a los diez minutos de conocerle. “Lo siento, ¿te importa si pedimos otra? Todo esto se está subiendo mucho de precio", tendría que haber dicho, pero no lo hice.

Decir que no requiere cierto tipo de confianza y se necesita en dosis aún más altas cuando significa exponerlo todo en términos económicos. Me gusta pensar que si esto volviera a ocurrir, sí diría algo. Hoy en día soy mucho más exigente con el uso de mi dinero y con quién quiero gastarlo, pero sé que no siempre es fácil.


Unas últimas pinceladas sobre la honestidad

Nunca ha sido tan difícil ser una persona honesta ni tan fácil mentir. Elegimos las mejores partes de nuestra vida para que las vea todo el mundo y dejamos las más feas escondidas en el carrete. La honestidad pincha esa burbuja de Instagram que somos culpables de inflar, contribuyendo a sentirnos un poco mejor sobre la situación en la que nos encontramos.

Es difícil exponerse, pero cuando se trata de conseguir que las citas sean un éxito, la honestidad es realmente la clave. Nos ayuda a acercarnos, a crear confianza y a averiguar si las dos personas buscamos lo mismo. Además, a largo plazo, la sinceridad es el pase de oro para encontrar y construir una relación sólida. Cuando somos sinceras, todas ganamos.

Alice Tapper es la fundadora de Go Fund Yourself, una plataforma y comunidad online que hace que las finanzas personales sean comprensibles. Ha escrito un libro sobre la gestión de las finanzas y tiene un interés especial en la interrelación entre las relaciones y el dinero.